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22 de noviembre 2015

Después de los atentados en París

En ausencia de instituciones democráticas realmente a la altura de los problemas encontrados, invitamos a las diferentes partes afectadas a encontrarse y privilegiar el diálogo, llevar reflexiones y acciones concretas contra la guerra y por la paz, con objetivos de encontrar juntos soluciones pacíficas a las situaciones conflictivas que sino, conlleva el riesgo de desembocar sobre un encadenamiento de catástrofes que nadie es capaz de prevenir las consecuencias,

Nosotros, Ciudadanos del Mundo, reunidos en asamblea el 22 de noviembre de 2015 en Ungersheim (Francia), fuertemente conmovido por los atentados cometido en Paris el Viernes 13 de noviembre, expresamos nuestra solidaridad con las familias que lloran la perdida de uno de ellos y con todos los que estén heridos en su cuerpo o en sus relaciones. Nuestra solidaridad se extiende con todas las victimas de actos similares que han tenido lugar recientemente en Bruxelas, en Túnez, en Beyrut, en Banako o en el cielo del Sinaï et que se desarolla aún en numerosos países donde las poblaciones son sometidas al terror, al saqueo y al desprecio.

Denunciamos toda forma de integrismo y cualquier acto de violencia cual sea, cometido contra las personas o sus bienes.

Quedamos sorprendido por ciertas reacciones donde solo es cuestión de guerra, de seguridad, de estado de excepción, de bombardeo, de revocación de nacionalidad, de “barbaros”, de “sangre impura que riega nuestro surcos”.

Lamentamos la ausencia de expresión sobre los intereses económicos con algunos países sobre el petroleo, las ventas de armas, el control del agua u otro.

Denunciamos los gérmenes de violencia que constituye la miseria del mayor numero cerca de la abundancia de la que goza una minoría de habitantes de la Tierra, la contaminación atmosférica, la del agua, el acaparamiento y el despilfarro de los recursos energéticos fósiles y de las materias primas raras, la explosión demográfica, el desorden monetario.

Recordamos el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que establece: es esencial que los derechos del hombre sean protegidos por un régimen de derecho para que el hombre no esté obligado, como último recurso, a la rebelión contra la tiranía y la opresión”:

Declaramos que la paz y la libertad son derechos fundamentales.

Instamos a las mujeres y a los hombres de buena voluntad de todo los orígenes a levantarse y actuar por el respeto de los derechos fundamentales de los seres humanos por todo el Mundo, y no ceder a las manipulaciones y provocaciones de los aparatos del poder que persiguen objetivos contrarios a sus intereses.

Pedimos a los responsables políticos, a los jefes de estado y de gobierno de obrar en las reformas estructurales necesarias sobre el plan social e internacional para que las poblaciones sean protegidas y defendidas en sus derechos y libertades.

En ausencia de instituciones democráticas realmente a la altura de los problemas encontrados, invitamos a las diferentes partes afectadas a encontrarse y privilegiar el diálogo, llevar reflexiones y acciones concretas contra la guerra y por la paz, con objetivos de encontrar juntos soluciones pacíficas a las situaciones conflictivas que sino, conlleva el riesgo de desembocar sobre un encadenamiento de catástrofes que nadie es capaz de prevenir las consecuencias,

Ungersheim a 22 de noviembre de 2015

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