Estáis muy implicados en la
construcción del velero, se trata de un trabajo en
equipo. Explicarnos esta experiencia.
Jean-François Lilti. Disponíamos
aproximadamente de doscientos mil euros. En efecto, en
lugar de invertir nuestros ahorros en la bolsa o en el
sector inmobiliario, preferimos invertirlos en aquello
que es nuestra pasión: las competiciones
náuticas.
Así pues, decidimos construir un
catamarán de 50 pies. Es más original
puesto que hoy los multicascos son casi todos trimaranes.
Hemos hecho la elección de un catamarán
rompe-olas, con un casco central suspendido, inspirado en
otros barcos experimentales
y que no se parece a
ningún otro.
El proyecto nació de encuentros especialmente
con Matthieu Feron, arquitecto que ganó un
concurso de diseño de cascos. A
continuación, un equipo de aficionados se
agrupó en torno al proyecto.
¿Cuáles son los puntos fuertes y los
puntos débiles del barco?
Xavier Gosselin. Uno de sus puntos fuertes es
su comportamiento frente al oleaje: los multicascos
están preparados frente a la marejada, como la que
existe en el canal de la Mancha. La cabina central
está muy protegida y es verdaderamente muy
espaciosa para un barco de competición. El
mástil es ahora un punto fuerte y es más
sólido que nunca.
JF. Lilti. Es un mástil que nos fue
ofrecido por Mike Golding. Es necesario saber que ya ha
hecho dos vueltas al mundo y ha sido reparado dos veces.
Está reforzado. Su dirección y la
obencadura también han sido reforzadas. El
mástil puede ser un punto débil, pero es el
punto débil de todos los otros barcos. Durante su
última Vendée Globe, hubo un número
considerable de desarboladuras: Mike Golding, Bruno
Peyron, DCNS, Groupe Bel. Y estos veleros tienen unos
mástiles cuyo precio es superior a nuestro
presupuesto global.
¿Cuáles son las características
del Avocet, como su talla, su peso, la altura de su
mástil o la superficie de su vela?
Su peso es algo menor a unas 6 toneladas, su longitud
es de 50 pies, es decir, 15,24 metros y su anchura de
10,50 metros. El mástil mide 21 metros y la cabeza
del mástil se encuentra a 23 metros sobre el nivel
del mar, es decir, la altura de un edificio de siete
pisos. La superficie de la vela grande es de alrededor de
110 m2, el solente es de 60 m2 y el spinnaker hace 160
m2. La proporción entre la superficie de la vela y
el peso del barco es excelente.
¿Cuántas horas de trabajo sobre el
Avocet?
X. Gosselin. Aproximadamente unas 11.000 horas.
Como podéis ver es una pasión que nos come
nuestro dinero y nuestro tiempo.
JF. Lilti. Estábamos trabajando hasta
las doce en la fabricación de los moldes, al lado
de la playa de Omaha Beach, en Saint-Laurent sur Mer. No
es una región de tradición marítima,
sino agrícola y este proyecto pasó
relativamente desapercibido en Bretaña; en cambio,
entusiasmó a los habitantes del pequeño
municipio. El mar hace soñar, incluso a aquellos
que no navegan y recibimos muchas ayudas, también
por parte del alcalde del municipio, como de
jóvenes jubilados, estudiantes
¿Alguna vez tuvisteis dudas? ¿En
algún momento os pareció el proyecto
demasiado ambicioso?
X. Gosselin. No pensaba que la
embarcación estaba siendo construida por elementos
separados. Hasta la botadura, no habíamos tenido
tiempo de plantearnos estas cuestiones. Nunca dudé
del porvenir del proyecto.
Veamos ahora la razón de vuestra militancia.
¿En vuestro camino, qué fue aquello que os
condujo a juntaros con la asociación Ciudadanos
del Mundo?
JF. Lilti. Creo que fue siempre un azar de
encuentros. Es verdad que es una asociación que
conocíamos desde hacía tiempo,
especialmente por los encartes publicados por Le Monde
Diplomatique, pero sin haber participado. Es así
como conocí la asociación. Las ideas de los
Ciudadanos del Mundo cuadran perfectamente con aquello
que pensamos y cuando encontramos a Didier Marchand, nos
animó a asociar nuestro proyecto a un ideal
mundialista.
X. Gosselin. En efecto, la idea de hacer un
final de camino con Ciudadanos del Mundo era casi natural
y estaba en la lógica de nuestra gestión de
navegantes sensibles a los problemas de
contaminación del agua.
¿Cómo va a sensibilizar la vela acerca
del mundialismo y el medio ambiente?
X. Gosselin. Es sencillo sensibilizar a la
gente sobre el medio ambiente a través de la vela,
pues es un deporte que podemos calificar de verde. Los
veleros, por definición, utilizan el viento como
única fuerza para el desplazamiento.
Además, podemos decir sin exagerar que la
degradación de los océanos desespera al
conjunto de los aficionados de la vela.
JF. Lilti. Vela y mundialismo: evaluamos sobre
un medio que por su misma naturaleza es mundial. La
superficie líquida no pertenece a nadie
exceptuando las pequeñas franjas de aguas
territoriales, a tal punto, es necesario que las
decisiones sean tomadas a nivel global, tanto para los
problemas de gestión de los recursos
oceánicos como frente a la contaminación y
el cambio climático. Un ejemplo de entre los
muchos que podríamos citar son los desechos
provenientes del continente, vertidos sobre la orilla que
los vientos y las corrientes van desplazando. Encontramos
en las playas de Cabo Verde plásticos provenientes
de España. Comprendemos que las decisiones deben
ser tomadas a nivel mundial.
Los Ciudadanos del Mundo no han sido capaces de
financiar los gastos de la carrera del Avocet. ¿Es
importante la dimensión voluntaria en vuestra
gestión?
X. Gosselin. El voluntariado y los esfuerzos
financieros de Jean-François han sido los
orígenes de este proyecto. En alguna parte, el
voluntariado es también la fuente de nuestra
energía. He declinado varias veces la propuesta de
entrar en grandes equipos para ser preparador de barco.
Prefiero estar en un pequeño proyecto, estar al
corriente de todos los problemas y poder navegar, que ser
un simple peón en un gran equipo. La
gestión de voluntariado ha estado siempre presente
y nos sentimos ya recompensados.
JF. Lilti. No deseo insistir en la
cuestión pero el barco ha sido construido con mano
de obra de entusiastas aficionados y con aportes
financieros personales de gente que ha trabajado en el
barco. Hoy, este barco existe, navega, lo hace con un
pequeño presupuesto, pero aquello que me place
más es que me puedo permitir una asociación
que no tiene grandes medios de participar en la Ruta del
Ron con una cobertura mediática importante. En
este caso, como es el sueño del equipo de
participar en este tipo de carreras, donamos a la
asociación Ciudadanos del Mundo la posibilidad de
hacer la promoción de una Autoridad Mundial de los
Océanos. En efecto, preferimos ofrecer toda la
superficie mediatizable de nuestro velero a una
asociación acorde con nuestras ideas, incluso si
esto nos produce un gasto a nuestro presupuesto.
¿Por qué pensáis que una
autoridad mundial de los océanos podría
mejorar la situación actual?
JF. Lilti. Esto es completamente evidente.
Únicamente una autoridad mundial, con
carácter evidentemente supranacional, es decir,
que tenga verdaderos poderes de coacción,
podría hacer presión sobre los gobiernos
para evitar que los productos tóxicos, los
residuos de fabricación de la industria
química, los desechos diversos y variados que son
arrojados a los estuarios. Se deben tomar medidas
aún más draconianas en aquello que
concierne a la sobrepesca y a los parques marinos,
sólo así, las especies podrán
reproducirse y que la pesca sea realizada en las
correctas condiciones.
X. Gosselin. Al día siguiente de la
cumbre de Copenhague, es muy fácil percibir los
límites del actual sistema. La puesta en marcha de
una Autoridad Mundial de los Océanos, que
sería una autoridad sobre los estados, me parece,
pues, la única alternativa para salir del
estancamiento actual.